Este sector del cerro Otto ofrece todo tipo de actividades para hacer en la nieve: paseos en cuatriciclos con orugas, motos de nieve, caminatas con raquetas y mucho más. Sin lugar a dudas la gran protagonista es la práctica del Ski nórdico. Esta modalidad ofrece la posibilidad de deslizarse en cualquier tipo de terreno (plano, en bajadas o subidas y a través del bosque).
Se pueden tomar clases y alquilar equipos. Hay un refugio donde se pueden degustar exquisitos platos regionales. Durante la noche, existe un servicio combinado de paseo en cuatriciclos biplaza con orugas y una cena con platos típicos. Este servicio incluye traslados desde el centro de Bariloche.
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
Este sector del cerro Otto ofrece todo tipo de actividades para hacer en la nieve: paseos en cuatriciclos con orugas, motos de nieve, caminatas con raquetas y mucho más. Sin lugar a dudas la gran protagonista es la práctica del Ski nórdico. Esta modalidad ofrece la posibilidad de deslizarse en cualquier tipo de terreno (plano, en bajadas o subidas y a través del bosque).
Se pueden tomar clases y alquilar equipos. Hay un refugio donde se pueden degustar exquisitos platos regionales. Durante la noche, existe un servicio combinado de paseo en cuatriciclos biplaza con orugas y una cena con platos típicos. Este servicio incluye traslados desde el centro de Bariloche.
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
Este sector del cerro Otto ofrece todo tipo de actividades para hacer en la nieve: paseos en cuatriciclos con orugas, motos de nieve, caminatas con raquetas y mucho más. Sin lugar a dudas la gran protagonista es la práctica del Ski nórdico. Esta modalidad ofrece la posibilidad de deslizarse en cualquier tipo de terreno (plano, en bajadas o subidas y a través del bosque).
Se pueden tomar clases y alquilar equipos. Hay un refugio donde se pueden degustar exquisitos platos regionales. Durante la noche, existe un servicio combinado de paseo en cuatriciclos biplaza con orugas y una cena con platos típicos. Este servicio incluye traslados desde el centro de Bariloche.
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
Este sector del cerro Otto ofrece todo tipo de actividades para hacer en la nieve: paseos en cuatriciclos con orugas, motos de nieve, caminatas con raquetas y mucho más. Sin lugar a dudas la gran protagonista es la práctica del Ski nórdico. Esta modalidad ofrece la posibilidad de deslizarse en cualquier tipo de terreno (plano, en bajadas o subidas y a través del bosque).
Se pueden tomar clases y alquilar equipos. Hay un refugio donde se pueden degustar exquisitos platos regionales. Durante la noche, existe un servicio combinado de paseo en cuatriciclos biplaza con orugas y una cena con platos típicos. Este servicio incluye traslados desde el centro de Bariloche.
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
Este sector del cerro Otto ofrece todo tipo de actividades para hacer en la nieve: paseos en cuatriciclos con orugas, motos de nieve, caminatas con raquetas y mucho más. Sin lugar a dudas la gran protagonista es la práctica del Ski nórdico. Esta modalidad ofrece la posibilidad de deslizarse en cualquier tipo de terreno (plano, en bajadas o subidas y a través del bosque).
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Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.