¡Adelante, aventureros del pasado! ¿Están listos para desentrañar los secretos que el viento ha guardado por milenios? Bienvenidos al misterioso y fascinante «Paredón de las Manos», donde la historia se pinta en la roca y el tiempo se detiene para revelar los misterios de una cultura ancestral.
Imaginen una pared de roca imponente, una galería de arte prehistórico con más de 3 mil años de historia grabada en sus 15 metros de altura. Aquí, las manos de antiguos artistas Tehuelches dejaron su huella en un testimonio único de su legado.
Pero no teman, queridos viajeros, porque en esta travesía contarán con un guía tan sabio como el viento patagónico. Nuestro experto, Don Nibaldo, desentrañará los misterios detrás de cada trazo, cada mano plasmada en la piedra, y transportará sus mentes a tiempos donde la conexión con la naturaleza y humanidad eran los pigmentos de aquellos artistas ancestrales.
Caminen entre las sombras del pasado mientras el sol acaricia la roca que hace milenios alojaba glaciares. Descubran la magia de las pinturas rupestres, donde los colores pretéritos despiertan y cuentan historias que no quieren ser olvidadas. Las manos que dejaron su impronta en esta maravilla arqueológica parecen susurrar al viento, invitándolos a un viaje hacia atrás, a comprender el legado de una comunidad que vive eternamente en estas piedras.
Así que prepárense, valientes exploradores del pasado, para embarcarse en un viaje que fusiona historia, arte y misterio. En el «Paredón de las Manos», cada trazo es un enigma, cada mano es un testimonio y cada visita es una oportunidad de asombro. ¡Bienvenidos a una experiencia que marcará sus almas para siempre!
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
En 1968, la centenaria tradición coral de Frutillar se vio fortalecida por la creación de Semanas Musicales.
Apoyados por la Liga chileno-alemana de Santiago y bajo la gestión de Robert Dick, Arturo Junge, Alfredo Daetz y Flora Inostroza, este evento fue cobrando importancia y con el paso de los años se convirtió en uno de los principales impulsos para la proyección de un teatro de clase mundial en la ciudad de Frutillar.
Inspirados por esta necesidad, Flora Inostroza -a cargo de Semanas Musicales desde 1979- y el empresario Guillermo Schiess, en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Frutillar, impulsaron la construcción de un teatro en el lugar donde se encontraba el antiguo hotel de la ciudad, destruido por un incendio en 1996.
Desde su apertura el 2010, el Teatro se ha destacado por la calidad de sus presentaciones y producciones, y por su profundo compromiso con la formación y la comunidad.
Como una rama de formación de Teatro del Lago, el 3 de enero de 2007, la Escuela de las Artes abrió sus puertas a la comunidad. Comenzó con la oferta de talleres, presentando durante todo el año música, teatro, danza, literatura y artes visuales en sus diversas expresiones, además de clases magistrales con maestros de nivel internacional.
Para Teatro del Lago se trataba de generar un espacio donde existiera una propuesta de calidad para que la comunidad pudiera acceder a la experiencia artística, como un aporte social y comunitario. Gracias a una sentida demanda de la comunidad por participar de este espacio, este proyecto creció y se desarrolló rápidamente.
El elemento diferenciador de Teatro del Lago con respecto a otros teatros y centros culturales de Chile y el mundo, ha sido la declaración explícita de una misión educativa desde sus inicios, la convicción de que a través de la educación y el acceso a la belleza y las artes se puede contribuir a la calidad de vida de las personas y a una sociedad más feliz e integrada. Movidos por este convencimiento, en 2017 se dio un nuevo paso para institucionalizar el crecimiento e impacto del área educativa del Teatro, convirtiéndose así en Fundación Teatro del Lago.
En estos años, Teatro del Lago se ha consolidado como un actor relevante que promueve la cultura, la educación artística y que, con su actividad e impacto, fomenta la descentralización.
Para más información de ruta ingresa aquí.
¡Adelante, aventureros del pasado! ¿Están listos para desentrañar los secretos que el viento ha guardado por milenios? Bienvenidos al misterioso y fascinante «Paredón de las Manos», donde la historia se pinta en la roca y el tiempo se detiene para revelar los misterios de una cultura ancestral.
Imaginen una pared de roca imponente, una galería de arte prehistórico con más de 3 mil años de historia grabada en sus 15 metros de altura. Aquí, las manos de antiguos artistas Tehuelches dejaron su huella en un testimonio único de su legado.
Pero no teman, queridos viajeros, porque en esta travesía contarán con un guía tan sabio como el viento patagónico. Nuestro experto, Don Nibaldo, desentrañará los misterios detrás de cada trazo, cada mano plasmada en la piedra, y transportará sus mentes a tiempos donde la conexión con la naturaleza y humanidad eran los pigmentos de aquellos artistas ancestrales.
Caminen entre las sombras del pasado mientras el sol acaricia la roca que hace milenios alojaba glaciares. Descubran la magia de las pinturas rupestres, donde los colores pretéritos despiertan y cuentan historias que no quieren ser olvidadas. Las manos que dejaron su impronta en esta maravilla arqueológica parecen susurrar al viento, invitándolos a un viaje hacia atrás, a comprender el legado de una comunidad que vive eternamente en estas piedras.
Así que prepárense, valientes exploradores del pasado, para embarcarse en un viaje que fusiona historia, arte y misterio. En el «Paredón de las Manos», cada trazo es un enigma, cada mano es un testimonio y cada visita es una oportunidad de asombro. ¡Bienvenidos a una experiencia que marcará sus almas para siempre!
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
En 1968, la centenaria tradición coral de Frutillar se vio fortalecida por la creación de Semanas Musicales.
Apoyados por la Liga chileno-alemana de Santiago y bajo la gestión de Robert Dick, Arturo Junge, Alfredo Daetz y Flora Inostroza, este evento fue cobrando importancia y con el paso de los años se convirtió en uno de los principales impulsos para la proyección de un teatro de clase mundial en la ciudad de Frutillar.
Inspirados por esta necesidad, Flora Inostroza -a cargo de Semanas Musicales desde 1979- y el empresario Guillermo Schiess, en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Frutillar, impulsaron la construcción de un teatro en el lugar donde se encontraba el antiguo hotel de la ciudad, destruido por un incendio en 1996.
Desde su apertura el 2010, el Teatro se ha destacado por la calidad de sus presentaciones y producciones, y por su profundo compromiso con la formación y la comunidad.
Como una rama de formación de Teatro del Lago, el 3 de enero de 2007, la Escuela de las Artes abrió sus puertas a la comunidad. Comenzó con la oferta de talleres, presentando durante todo el año música, teatro, danza, literatura y artes visuales en sus diversas expresiones, además de clases magistrales con maestros de nivel internacional.
Para Teatro del Lago se trataba de generar un espacio donde existiera una propuesta de calidad para que la comunidad pudiera acceder a la experiencia artística, como un aporte social y comunitario. Gracias a una sentida demanda de la comunidad por participar de este espacio, este proyecto creció y se desarrolló rápidamente.
El elemento diferenciador de Teatro del Lago con respecto a otros teatros y centros culturales de Chile y el mundo, ha sido la declaración explícita de una misión educativa desde sus inicios, la convicción de que a través de la educación y el acceso a la belleza y las artes se puede contribuir a la calidad de vida de las personas y a una sociedad más feliz e integrada. Movidos por este convencimiento, en 2017 se dio un nuevo paso para institucionalizar el crecimiento e impacto del área educativa del Teatro, convirtiéndose así en Fundación Teatro del Lago.
En estos años, Teatro del Lago se ha consolidado como un actor relevante que promueve la cultura, la educación artística y que, con su actividad e impacto, fomenta la descentralización.
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¡Adelante, aventureros del pasado! ¿Están listos para desentrañar los secretos que el viento ha guardado por milenios? Bienvenidos al misterioso y fascinante «Paredón de las Manos», donde la historia se pinta en la roca y el tiempo se detiene para revelar los misterios de una cultura ancestral.
Imaginen una pared de roca imponente, una galería de arte prehistórico con más de 3 mil años de historia grabada en sus 15 metros de altura. Aquí, las manos de antiguos artistas Tehuelches dejaron su huella en un testimonio único de su legado.
Pero no teman, queridos viajeros, porque en esta travesía contarán con un guía tan sabio como el viento patagónico. Nuestro experto, Don Nibaldo, desentrañará los misterios detrás de cada trazo, cada mano plasmada en la piedra, y transportará sus mentes a tiempos donde la conexión con la naturaleza y humanidad eran los pigmentos de aquellos artistas ancestrales.
Caminen entre las sombras del pasado mientras el sol acaricia la roca que hace milenios alojaba glaciares. Descubran la magia de las pinturas rupestres, donde los colores pretéritos despiertan y cuentan historias que no quieren ser olvidadas. Las manos que dejaron su impronta en esta maravilla arqueológica parecen susurrar al viento, invitándolos a un viaje hacia atrás, a comprender el legado de una comunidad que vive eternamente en estas piedras.
Así que prepárense, valientes exploradores del pasado, para embarcarse en un viaje que fusiona historia, arte y misterio. En el «Paredón de las Manos», cada trazo es un enigma, cada mano es un testimonio y cada visita es una oportunidad de asombro. ¡Bienvenidos a una experiencia que marcará sus almas para siempre!
La Feria Artesanal Coyhaique en plena Plaza de Armas. Este reducto de maravillas artesanales nos invita a sumergirnos en un universo hecho a mano, donde cada pieza es un testimonio del ingenio y la destreza de los artistas locales.
El paseo por los puestos es más que un simple recorrido, ¡es un festival para los sentidos! Deteniéndote una y otra vez, te encontrarás admirando cómo la lana, la madera, el cuero, las piedras y la cerámica se transformaban en piezas únicas, cada una con su historia y su encanto especial.
Las tejedoras, verdaderas hechiceras de la lana, revelan sus secretos al convertir estos hilos en obras de arte en forma de chales, bufandas y mantas, ¡cada puntada una muestra de paciencia y habilidad! Las piedras, cual lienzo texturado, son esculpidas con precisión, revelando dibujos que narran historias de la región y de otras fantasías. Miniaturas de gauchos en sus caballos, escenas locales que parecen cobrar vida. Todos juntos son un paseo obligado en Coyhaique.
Las maderas talladas con maestría, sorprende con sus detalles finos y delicados, mostrándonos desde figuras simbólicas hasta utensilios cotidianos, cada uno contando su propia historia en los surcos de su textura.
Los cestos, auténticas obras de arte utilitario, eran tejidos con fibras vegetales, mostrando una armonía entre lo funcional y lo estético que sólo puede lograrse con dedicación y conocimiento intergeneracional.
En esta feria, el tiempo parece detenerse. Cada pieza expuesta es un testimonio del amor y el cuidado con que fueron creadas, llevando consigo una porción del alma de la región y de quienes la habitan. ¡Qué privilegio poder observar estos procesos de transformación y creatividad en cada rincón de esta feria!
La Feria de Artesanos de Coyhaique es la muestra consensual del respeto que tiene la comunidad de Coyhaique con sus orígenes y sus artistas.
En 1968, la centenaria tradición coral de Frutillar se vio fortalecida por la creación de Semanas Musicales.
Apoyados por la Liga chileno-alemana de Santiago y bajo la gestión de Robert Dick, Arturo Junge, Alfredo Daetz y Flora Inostroza, este evento fue cobrando importancia y con el paso de los años se convirtió en uno de los principales impulsos para la proyección de un teatro de clase mundial en la ciudad de Frutillar.
Inspirados por esta necesidad, Flora Inostroza -a cargo de Semanas Musicales desde 1979- y el empresario Guillermo Schiess, en conjunto con la Ilustre Municipalidad de Frutillar, impulsaron la construcción de un teatro en el lugar donde se encontraba el antiguo hotel de la ciudad, destruido por un incendio en 1996.
Desde su apertura el 2010, el Teatro se ha destacado por la calidad de sus presentaciones y producciones, y por su profundo compromiso con la formación y la comunidad.
Como una rama de formación de Teatro del Lago, el 3 de enero de 2007, la Escuela de las Artes abrió sus puertas a la comunidad. Comenzó con la oferta de talleres, presentando durante todo el año música, teatro, danza, literatura y artes visuales en sus diversas expresiones, además de clases magistrales con maestros de nivel internacional.
Para Teatro del Lago se trataba de generar un espacio donde existiera una propuesta de calidad para que la comunidad pudiera acceder a la experiencia artística, como un aporte social y comunitario. Gracias a una sentida demanda de la comunidad por participar de este espacio, este proyecto creció y se desarrolló rápidamente.
El elemento diferenciador de Teatro del Lago con respecto a otros teatros y centros culturales de Chile y el mundo, ha sido la declaración explícita de una misión educativa desde sus inicios, la convicción de que a través de la educación y el acceso a la belleza y las artes se puede contribuir a la calidad de vida de las personas y a una sociedad más feliz e integrada. Movidos por este convencimiento, en 2017 se dio un nuevo paso para institucionalizar el crecimiento e impacto del área educativa del Teatro, convirtiéndose así en Fundación Teatro del Lago.
En estos años, Teatro del Lago se ha consolidado como un actor relevante que promueve la cultura, la educación artística y que, con su actividad e impacto, fomenta la descentralización.
Para más información de ruta ingresa aquí.
¡Adelante, aventureros del pasado! ¿Están listos para desentrañar los secretos que el viento ha guardado por milenios? Bienvenidos al misterioso y fascinante «Paredón de las Manos», donde la historia se pinta en la roca y el tiempo se detiene para revelar los misterios de una cultura ancestral.
Imaginen una pared de roca imponente, una galería de arte prehistórico con más de 3 mil años de historia grabada en sus 15 metros de altura. Aquí, las manos de antiguos artistas Tehuelches dejaron su huella en un testimonio único de su legado.
Pero no teman, queridos viajeros, porque en esta travesía contarán con un guía tan sabio como el viento patagónico. Nuestro experto, Don Nibaldo, desentrañará los misterios detrás de cada trazo, cada mano plasmada en la piedra, y transportará sus mentes a tiempos donde la conexión con la naturaleza y humanidad eran los pigmentos de aquellos artistas ancestrales.
Caminen entre las sombras del pasado mientras el sol acaricia la roca que hace milenios alojaba glaciares. Descubran la magia de las pinturas rupestres, donde los colores pretéritos despiertan y cuentan historias que no quieren ser olvidadas. Las manos que dejaron su impronta en esta maravilla arqueológica parecen susurrar al viento, invitándolos a un viaje hacia atrás, a comprender el legado de una comunidad que vive eternamente en estas piedras.
Así que prepárense, valientes exploradores del pasado, para embarcarse en un viaje que fusiona historia, arte y misterio. En el «Paredón de las Manos», cada trazo es un enigma, cada mano es un testimonio y cada visita es una oportunidad de asombro. ¡Bienvenidos a una experiencia que marcará sus almas para siempre!